Cacatúa ninfa (Carolina) También conocidas comúnmente como “Ninfas Carolinas”, son una especie de cotorras poseedoras de extravagantes colores y un muy vistoso plumaje. Su origen se remonta a Australia y fueron científicamente bautizadas como “Nymphicus hollandicus”.
Son consideradas aves exóticas, y son mundialmente conocidas por su muy persistente carácter sumado a una inmensa simpatía. Se roban el corazón de todos aquellos que tienen la oportunidad de observarlas y además, cuentan con un comportamiento agradable aunado a un alto sentido de adaptación. Para poder tenerlas en casa en este post encontrarás información sobre cómo cuidar a una cacatúa ninfa.
Alimentación de una cacatúa ninfa
Para poder criar y cuidar de forma adecuada a las distintas aves que se tienen en cautiverio, es de vital importancia ofrecer una correcta nutrición y un muy buen mantenimiento. Servir a la perfección todos los requerimientos nutricionales es de gran ayuda para recrear las condiciones que viven las aves en su época de libertad.
Lo principal para saber, cómo cuidar a una cacatúa ninfa es que estas aves son granívoras, razón por la cual sus alimentos predilectos son las distintas semillas y cereales que componen la pirámide alimenticia. Otro de sus alimentos favoritos son las acelgas, las manzanas y muchos tipos de hojas verdes, como es el caso de las diferentes clases de lechugas.
Otra cosa a tomar en cuenta para conocer la correcta forma de cuidar a una cacatúa ninfa, es que deben tomar agua limpia a diario; así que es muy importante darles agua y cambiarla a diario para su correcto cuidado y mantenimiento.
A estas aves también les encantan las frutas. Por esa razón, brindarles una porción diaria de estos alimentos ricos en nutrientes, aseguran la correcta alimentación de las ninfas. Las que más les gustan son las fresas, seguidas por los frutos silvestres como las ciruelas, las bananas y las moras.
Un estilo distinto de alimentarse
Dentro de las diferentes técnicas que aplican los cuidadores para alimentar a las cacatúas ninfas, existe un tipo de alimentación que las convierte en lo que se conoce como “Ninfas Papilleras”. Este proceso consiste en brindar al ave ciertos tipos de alimentos triturados y en forma de puré; incentivándolas a que se dejen alimentar por humanos y se construyan lazos más llevaderos entre ellas y el cuidador.
Espacios de vida para una cacatúa ninfa
Estas aves son muy activas y necesitan un lugar espacioso y grande donde poder moverse. Un gran punto en la lista es la jaula que debe tener las dimensiones adecuadas y contar con implementos que brinden un buen nivel de vida y esparcimiento. En aras de cumplir con los altos estándares de cómo cuidar a una cacatúa ninfa, se recomienda colocar un pedestal alto en la jaula, que contenga objetos de madera a su alrededor, ya que a estas aves les encanta jugar.
El mejor complemento para la jaula, son los elementos de madera que sirven para morder y picar todo a su paso. Existen reposaderos, columpios, rampas y colgantes especialmente diseñados para el disfrute de las aves, brindándoles así una distracción y además, un buen lugar que recrea su hábitat principal.
Objetos a evitar si se tiene una ninfa en casa
Para disfrutar correctamente de la presencia de una ninfa en el hogar, se debe tomar ciertas precauciones. En el caso de la jaula, uno de los principales objetos a evitar son los espejos.
Resulta que a estas peculiares aves les encanta jugar, pero en el caso de verse reflejadas a sí mismas en un espejo todo el día pueden llegar a presentar nerviosismo y una alteración en su carácter. En vez de ser siempre agradables y dóciles, se mostrarán más agitadas y a la defensiva.
Si se quiere saber cómo cuidar a una cacatúa ninfa correctamente y liberarla dentro de la casa, se deben evitar los ventiladores de techo. Esta medida de prevención se debe a que los ventiladores puede llamar la atención del ave y provocar que se acerque irremediablemente a las aspas hasta quedan atrapada, produciéndose la muerte. En el caso de adquirir ya sea mediante adopción o compra una cacatúa ninfa, el dueño debe proporcionar un correcto espacio de vida y garantizar su alimentación y conservación.