Los conejos domésticos requieren de mucha atención y cuidados para poder garantizar su bienestar. Evidentemente para poder lograr eso debemos estar instruidos sobre los posibles problemas o afecciones que se puedan presentar. De esa manera podemos tener una idea de cómo debemos actuar ante cualquier eventualidad.
Una de estas posibles situaciones es la pérdida de pelo en conejos, la cual tiene diversos orígenes. Por lo tanto, es muy complejo poder definir o identificar cada uno de los potenciales escenarios. Por lo que te traemos esta información la cual te enseñará todo lo que necesitas saber sobre este problema.
Muda de pelo
Este es el caso más común de pérdida de de pelo en conejos y es algo completamente normal, ya que los conejos cambian su pelaje aproximadamente cada 3 meses de manera parcial. Sin embargo, se darán dos ocasiones en el año donde el animal sufrirá un cambio de pelo generalizado.
Es recomendable cepillar constantemente el pelo del animal para evitar cualquier problema. Cabe destacar que estas criaturas requieren de un cepillo especial, el cual es diferente al de gatos y perros.
Por lo general, este proceso se realiza en un periodo de tiempo record de días, pero en algunas ocasiones lleva semanas. Por lo tanto, debes ser paciente y ver esto como un proceso natural de tu mascota. Ahora bien, hay que estar pendiente para identificar si la pérdida de pelo es localizada, ya que en ese caso nos encontramos con algún problema y será necesaria la revisión del veterinario.
Gestación
La pérdida de pelo en conejos también se puede dar por comportamientos particulares del animal, como por ejemplo ocurre con las hembras gestantes que se arrancan su pelo para armar un nido. Evidentemente este es un comportamiento instintivo del animal pero podemos ayudar para que no lo haga, para ello debemos proveerle diversos materiales que él pueda emplear para el fin ya mencionado.
Por lo general se le suele suministrar materiales como hojas secas, paja, restos de periódicos, entre otros.
Ahora bien, cabe destacar que el hecho de que realicemos esto no significa que el conejo no se quitará pelo. Evidentemente lo hará pero es cierto que será en una menor cantidad.
Desequilibrios nutricionales
La alimentación de los conejos es sumamente delicada, ya que si se ve alterada causa estragos en ellos. Generalmente este escenario se presenta cuando hay una baja de fibra en la dieta del animal.
Por lo tanto, en esos casos hay que compensar esta carencia y se emplean algunos suplementos nutricionales. También, se tiene que cambiar a una dieta más balanceada para restablecer el sistema digestivo del conejo. Además, se le puede suministrar al animal algunos bocadillos ricos en fibra para estimular su organismo.
Infecciones
Esta podría ser la causa de pérdida de pelo en conejos más compleja de manejar por tener un origen parasitario. Asimismo, son varias las condiciones que se pueden presentar y afectar a nuestro animal. Por lo general, la pérdida de pelo aquí se da de manera localizada y deja el área con la piel expuesta; la cual puede mostrar un aspecto reseco y quebradizo, además de exponer un color rojo intenso.
Básicamente en este caso el animal debe ser llevado con urgencia a un centro veterinario para ser examinado. De ese modo, se le puede recetar algún tratamiento con fungicidas para la infección. Ya que, si no es tratada a tiempo puede llegar a contagiar a las personas de su entorno.
Estrés
El estrés puede provocar pérdida de pelo en conejos así como lo hace también en humanos. El estrés afecta al animal provocando que pierda pelo en un área localizada y no de manera general. En muchos casos esto ocurre cuando el conejo llega a un nuevo ambiente o al encontrarse con otros animales. Así como puede afectarle el poco espacio en el cual suele desenvolverse.
Aquí por lo general el animal requiere es de espacio y tiempo para acostumbrarse a los cambios. También se le debe proveer de un ambiente cómodo, amplio y acogedor donde este pueda sentirse a gusto.
Por lo general, los conejos son animales delicados y la pérdida de pelo puede ser una alerta de que algo no está bien. Por lo tanto, mantente siempre al pendiente del animal para estar al tanto de cualquier situación.