Los gatos son animales sumamente independientes que en algunos casos pueden pasar por desinteresados o poco cariñosos, pero la verdad es que solo son incomprendidos. Los gatos son iguales a todos los animales y esto también se demuestra en su etapa reproductiva.
En su mayoría, los gatos pasan por una etapa de celo común. En esta etapa el macho cambia el olor de su orina, liberando un aroma que atraerá a la hembra y llamándola con ronroneos.
Las hembras acuden al llamado de los machos, primero no dejando que los machos las monten y luego comenzando ellas a atraerlos, hasta el momento en que se embarace. En este artículo encontrarás ciertos tips para saber si una gata está embarazada.
Indicios del embarazo
El principal síntoma para saber si una gata está embarazada es que se detendrá la etapa del celo, o sea, ya no estará una jauría de gatos detrás de ella o pululando a su alrededor.
Existen también ciertos cambios físicos notorios, comenzando por el cambio de color y de tamaño de los pezones de las gatas, en donde, estos dejarán de ser de un rosa suave para tornarse más oscuros y habrán incrementado notoriamente su tamaño, llegando incluso a doblarlo.
En el transcurso de las siguientes 4 a 6 semanas, ya será notorio el cambio en el tamaño de la barriga de la gata. También son víctimas en la mayoría de los casos de vómitos matutinos, estos se reflejan como una incapacidad de procesar totalmente el desayuno y son completamente normales. Estos síntomas se irán con el paso de los días, cuando el organismo de la gata se acostumbre a estar gestando.
Otro síntoma que funciona para saber si una gata está embarazada, es el cambio en la actitud de la gata. Se volverá más cariñosa con su dueño y resultará en todo lo contrario con otros animales que vivan dentro de la casa, llevando un comportamiento que en ocasiones puede parecer agresivo, pero que terminará yéndose en el final del embarazo.
Ayuda médica
En el caso de que se quiera tener completa seguridad y desees saber que una gata está embarazada, un recurso muy útil puede ser una consulta veterinaria. Esto debido a que la mascota puede estar pasando por diversos cambios hormonales, dando así la impresión errónea de estar embarazada aunque no lo esté.
Si el felino posee un buen historial de vacunación, con visitas concertadas a lo largo del año con un veterinario, normalmente, este puede indicar el comienzo del celo, colocando a disposición y haciendo de conocimiento del dueño una serie de opciones que pueden ayudar a preservar el buen estado de salud del animal.
En algunos casos, la sintomatología del embarazo se manifiesta de formas diferentes, todo dependerá de su raza, su alimentación, su lugar de vida y su estado de salud.
Si existe la duda sobre el embarazo, en la consulta veterinaria el especialista puede realizar una ecografía del animal, verificando el completo estado de salud de la gata y determinar el tiempo de gestación e caso de estar embarazada. No solo esto, la ecografía también mostrará la cantidad de crías que existen en su interior y aproximará el tiempo final del embarazo.
Un veterinario está capacitado para proveerte de una lista de alimentos que deben incluirse en la vida de la felina, entre otros ítems de interés en el desarrollo de este proceso.
¿Qué hacer si la gata está embarazada?
Existe una serie de pasos a seguir luego de saber si una gata está embarazada. Todo comienza con verificar que la pequeña mascota esté comiendo adecuadamente, en el mercado se puede encontrar una serie de opciones en alimento, los cuales, le brindarán todos los nutrientes que pueda llegar a necesitar.
Llegada a la cuarta semana de gestación, además de comenzar a crecer el abdomen de la gata, se empiezan a manifestar la serie de síntomas antes descritos y también se podrán escuchar los diferentes latidos de los pequeños gatitos dentro de la barriga de la felina.
No siempre se trata de un embarazo
A pesar de que una gata pueda presentar una sintomatología de embarazo, esta puede no estar en estado de gestación. Existen casos presentados en los últimos años, en donde las felinas sufren una clase de embarazo psicológico. En esta situación, debido a un tipo de desorden hormonal, las felinas proceden a actuar e incluso a padecer los síntomas de un embarazo.
Este tipo de condición se puede presentar en las gatas que poseen un gran instinto de reproducción, ilustrando la inmensa necesidad de la hembra de procrear. Los casos más comunes son los de aquellas felinas que nunca han engendrado, llevando consigo esa carencia de forma perenne; así como también en aquellas que sufrieron algún tipo de castración.
El cuerpo de las felinas comienza a producir la hormona llamada progesterona, que es la encargada de llevar a cabo el proceso de cambio del organismo de la hembra, cuando se prepara para ser madre. Esta hormona causa una serie de cambios de orden físico y emocional, como por ejemplo, el aumento de peso, una conducta de cansancio, vómitos, entre otros. Los cuales pueden actuar en contra de la salud del animal, por lo que, siempre es mejor llevar a la mascota al doctor.
